Un regalo de los dioses
A lo largo de la historia diferentes civilizaciones han cultivado el Ormus para la sanación
tanto física como espiritual y su uso se remonta a un origen mítico con la presencia de dioses
y faraones. Los egipcios alimentaban a sus faraones con este elemento y se les consideraba dignos
de la iluminación espiritual. Su consumo estaba reservado a unos pocos elegidos, ya que no todo
el mundo era digno de ingerir la sustancia blanca.
Cuenta la mitología de la antigua Sumeria que los dioses Anunnaki pusieron a prueba a unos pocos
humanos para comprobar si podían gobernar sobre los otros humanos y ser los representantes de los
dioses. Los elegidos tomaron oro monoatómico y gracias a la potenciación de las capacidades cognitivas,
estos consiguieron superar con creces la prueba que le habían impuesto los dioses.